jueves, 14 de junio de 2012

SENTITE COMO EN TU CASA... O COMO EN LA MÍA

A la familia X le adjudicaron una casa mediante un plan de viviendas del gobierno. Paralelamente, la familia Z estaba planeando irse de viaje, para lo cual necesitaba ahorros y decidieron alquilar una casita que tenían en un barrio en las afueras de la ciudad. La familia X armó sus valijas, guardo al perro en una caja y se fueron para su nuevo hogar. Al mismo tiempo, la familia Z ponía aviso clasificado en el diario para encontrar algún inquilino. La familia X ya estaba instalada en su nueva casa con los cuadros colgados y el tapete de “Home Sweet Home” en la puerta. Por su parte, la familia Z estaba firmando el contrato de locación con la familia N. Llegó el día de que la familia N vaya a ocupar la casa. Notaron que estaba ocupada, y al tocar la puerta el que atendió fue don X. Después del malentendido y del “es culpa mía, es culpa tuya”, concluyeron que la culpa era del gobierno que había adjudicado una casa que ya tenía dueño. Así, se lo condenó a este a pagar indemnización por las rentas no percibidas y por el daño moral causado.


Rivarola c/ Provincia de Córdoba - Cámara 3° Civil y Comercial.

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